Cientos de migrantes llegan todos los días a la frontera norte de México, esperando su oportunidad para atravesar desde Tijuana a San Diego pasando por el desierto. Vienen desde Centroamérica, el Caribe, y hasta África; otros son paisanos que siguen la ruta que sus familiares les pagan (vía polleros) y los más arriesgados hasta sin ruta previa, pero todos con la ilusión de una vida mejor para ellos y su familia. Justo antes de partir hacia el desierto, hacen una parada en un lugar donde poder descansar, comer, recibir atención médica antes de la aventura de su vida, éste lugar es La Casa del Migrante en Tijuana, fundada en el año 1987 por el Beato Juan Bautista Scalabrini, y todos son bienvenidos. En esta ocasión tuvimos la oportunidad de platicar con Valeria Ruiz, vocera y encargada de vinculacion del lugar y nos concedió unos minutos de su tiempo antes de recibir a los huéspedes cansados, para hablar de la labor que ofrecen desde sus instalaciones.
Tijuana tiene una tradición migratoria gigante y así es como se conformó esta ciudad y por lo tanto eso ha influido mucho en que durante el paso de tiempo cualquier tipo de migrante sea bien recibido.
Como coordinadora de la Casa, tiene contacto directo con las personas, algunas en condiciones de agotamiento, enfermedad, heridos y hasta en riesgo de muerte, y ahora nos comparte algunas anécdotas conocidas en sus años trabajando aquí, pero primero, una reseña sobre el lugar y la ayuda que brindan.
Pregunta. ¿En qué año comienza a trabajar la Casa del Migrante en Tijuana y cuál es su objetivo?
Respuesta. Pues bien, la Casa del Migrante tiene 31 años trabajando, y somos miembros escalabrinianos que tienen presencia más de treinta tres países con más de 52 albergues, entonces, tanto en los demás como en nuestro caso, nuestro objetivo principal es podarles brindar asistencia humanitaria a los migrantes que recién llegan a la ciudad de Tijuana. En este caso, hablamos de deportados, personas deportadas del sur de México, desplazados internacionales, y claro, los solicitantes de refugio.
Nuestros objetivos principales es poderles brindar hospedaje, alimento y ropa, sin embargo, desde hace algunos 4 o cinco años estamos enfocados en ayudarlos en su integración aquí en la ciudad, y esto significa que además de proveerles los servicios que ya te mencioné, también brindamos asistencia legal, sicológica, una bolsa de empleo, ayuda para tramitar documentos.
P. En sus palabras ¿qué es la Casa del Migrante en Tijuana?
R. Creo que no hay mejor palabra para describir este albergue como una familia. Casa del Migrante es como una familia para muchas personas, y muchos así lo han manifestado, como te menciono, recibimos una gran cantidad de personas deportadas, es decir, de personas que han vivido muchos años en EU y que están dejando una via completa allá, familia, hijos, ahorros, empleo, y bueno, ahora están aquí en Tijuana, una ciudad nueva en la que nosotros, Casa del Migrante, el personal, los los voluntarios y los mismos migrantes se convierten en una de sus principales redes de apoyo y por tanto una familia. Muchos de ellos que deciden aquí quedarse aún cuando salen del albergue y ya están viviendo por cuenta propia mantienen esa comunicación con nosotros como cualquier otra familia por ejemplo y de esta forma pues también ellos pueden ir creciendo de forma personal. Casa del Migrante creo que significa un lugar de segundas oportunidades para muchas personas.
P. ¿Cuál el el proceso para un migrante ser recibido en las instalaciones y que necesita para poder ingresar?
R. Mira, el proceso es bastante simple, no es más que una entrevista en nuestra puerta de entrada al albergue en el cual nuestro trabajo es comprobar que las personas que llegan aquí solicitando asistencia realmente sean recién llegados a la ciudad y hayan estado en tránsito, en el caso de los deportados se les solicita siempre su hoja de deportación que les es entregada por el Instituto Nacional de Migración al momento de ingresar a México.
En el caso de las personas que vienen del sur generalmente pedimos tickets de autobús, de avión, de tren, que sea el trasporte que ellos hayan utilizado, también la intención realmente es que la persona se haya trasladado de un lugar a un lugar, y que no lleve aquí estancada en Tijuana meses.
P. ¿Cómo ha cambiado el flujo de migrantes desde la era Trump?
R. Sí hemos observado bastantes cambios, mira, uno de los principales cambios que vimos fue a partir de los haitianos, por ejemplo, no se si tal vez ya lo hayan sabido con anterioridad pero en 2016 vivimos una crisis muy grande de saturación de albergues debido al flujo masivo de haitianos que hubo en la ciudad, pero bueno, a partir de enero del 2017 cuando entra Donald Trump a la presidencia la mayoría de los haitianos que no lograron cruzar antes de esta fecha decidieron quedarse aquí e Tijuana, y una vez que tomaron esa decisión comenzaron a regularizar su situación migratoria en México, ésto les ha permitido finalmente ya encontrar trabajos formales, empezar a estudiar, comenzar a espacirse por la ciudad y comenzar una vida por su propia cuenta.
Por ejemplo, quizá a febrero es cuando bajan un poco las personas que llegan a los albergues, no llegaron deportaciones masivas como las esperábamos en la era de Trump, sin embargo conforme han pasado los meses el incremento a las deportaciones se ha evidenciado, no ha sido masivo como lo esperábamos sin embargo si ha habido un incremento, es que estamos hablando de que aquí en el albergue recibimos alrededor de 50 personas nuevas, cuando en comparación en enero, febrero, marzo, abril si vienen a lo mejor 10 personas diario, 15 personas diario, entonces sí vemos un incremento significativo en las personas que llegan cada noche.
También algo que ha sobresalido en este año ha sido el aumento de los migrantes africanos de diferentes nacionalidades: Eritrea, Ghana, Nigeria, Congo que pues también están huyendo por cuestiones de violencia extrema en su país, son circunstancias muy diferentes.
P. Tijuana como lugar de paso durante años ¿que ha absorbido de esta cultura migratoria?
R. Tijuana tiene una tradición migratoria gigante y así es como se conformó esta ciudad y por lo tanto eso ha influido mucho en que durante el paso de tiempo cualquier tipo de migrante sea bien recibido, ahorita con las caravanas centroamericanas la cosa está cambiando un poco pero hay muchas cosas envueltas en esto, pero bueno. El caso es que Tijuana es una ciudad multicultural en donde puedes encontrar una excelente comida, excelente música y actividades culturales en donde ya hay una adaptación o una mezcla de la cultura migratoria, un ejemplo muy claro sería la cuestión haitiana, desde que ellos se quedan han surgido muchos estilos de baile, canto y actuación que están dando paso a la cultura haitiana y la cultura tijuanense.
También la multiculturalidad se ve en todas partes de Tijuana, desde la zona centro, en donde puedes encontrar en calles específicas restaurantes de diferentes tipos de nacionalidades, como los italianos, los chinos. Además, nunca hay que olvidar que tanto Tijuana como varias ciudades de la frontera viven en una situación muy parecida en donde siempre hemos estado acostumbrados a la vida en la binacionalidad, y aquí es algo muy normal tener gente que habla inglés-español al mismo tiempo (spanglish, los pochismos), celebrar tradiciones estadounidenses; aquí es una práctica muy normal, y palabras muy específicas que utilizamos, pero eso es parte de la vida en la frontera: la vida en la binacionalidad.
¿Como maneja la Casa del Migrante sus gastos? ¿Reciben ayuda gubernamental ó de algún grupo?
R. Tenemos diferentes fuentes, afortunadamente hemos conciliado una amplia gama de apoyo, eso nos ha permitido sostener este proyecto durante todos estos años, y bueno, una parte viene de algunas organizaciones no gubernamentales que tienen proyectos específicos aquí en el albergue que ayudan a financiar varias de la oficinas de atención que nosotros tenemos, también tenemos aportaciones gubernamentales, proyectos muy específicos y fondos para atención a migrantes que libera el gobierno. Tenemos actividades de recaudación de fondos durante todo el año, como una carrera atlética, una cena de beneficencia, una rifa, y diferentes actividades que se realizan aquí en Tijuana y diferentes parroquias en Estados Unidos que están encaminadas para recaudar fondos para la institución.
No dejemos de lado la participación de la comunidad con los bienhechores, sus donaciones tanto económicas como en especie que también nos han apoyado muchísimo durante todo este año: empresas, individuos, escuelas, todo tipo de bienhechores aquí en Tijuana.
Finalmente, tenemos también las aportaciones por la congregación, como lo mencionaba en un principio, somos misioneros escalabrinianos y también la congregación tiene gran parte en el mantenimiento de esta misión.
Y esta fue la entrevista con Valeria Ruiz en la Casa del Migrante en Tijuana, el único lugar donde podemos estar seguros que son bien recibidos en toda su travesía; y como podemos ver, el tan temido fenómeno de la migración en el país del norte es aquí, en la ciudad de Tijuana, el alimento que sigue formando la ciudad desde hace siglo y medio, y lejos de ver con ojos de desconfianza a “los otros”, por su nacionalidad o color de piel, podemos admirarlos por su valor en este viaje, peligroso y muchas veces mortal, y tenerles un poco de compasión hacia sus historias, sueños y sufrimiento, pues para algunos, su viaje apenas va a la mitad.
[avatar user=»Fredy» size=»custom» align=»right»]Fredy Rodríguez es artista gráfico y autor de MADRE SOLTERA CASADA.[/avatar]