Que alguien le diga a Margara Zavala que también iremos las abortistas.
Parece coincidencia que cerca del Día Internacional de la Mujer se aproveche las fechas para la mega marcha contra la violencia de género, también llamada Un Día sin Nosotras, en la que se convoca a todas las mujeres (y hombres también) a manifestarse contra cualquiera que sea el tipo de agresión sufrida a la mujer, y es que, en nuestro país podemos, como mujeres sufrir desde un agravio verbal (llámese piropo), insulto, insinuación, amenaza, violencia física, sexual y hasta asesinato, por el simple hecho de haber nacido mujeres.

Con una tasa creciente en violencia de género, cualquiera que haya sido el tipo, todas hemos sido víctimas de ésta deplorable situación, con cifras que lejos de disminuir aumentan estamos muy lejos de poder presumir avances en nuestra lucha, que debía ser prioridad en la agenda política de la actual administración, pues con un gabinete bien surtido de nuestras congéneres, no parece reflejar el resultado que se esperaba.
¿Pero qué pasa en nuestro país? Con una tradición católico-machista, donde la educación parece siempre priorizar a los hijos varones (si es el caso que se les valore también), las niñas aprenden que lo que se espera de ellas es ser una obediente buena persona de segunda, fiel a las necesidades de la familia, sacrificando muchas veces las suyas propias, casos de niñas que no van a la escuela pero sí sus hermanos; o por cuidarlos a ellos, tareas domésticas o la obligación de trabajar; y lo peor de todo, preparadas como niñas concubinas, o sea, las que se espera dar en matrimonio en edad aún escolar: aberrante ésto.

La lucha de la mujer se da desde todos los frentes, tanto en la educación, en el ámbito familiar, laboral, sexual, y es en éste punto donde me detengo un momento, pues me resulta curioso que se pretenda apropiar el objetivo y el espíritu de lucha de parte de los partidos políticos, en éste caso, la extrema derecha para hacer su proselitismo al más puro estilo “tortas a la chusma”, pues ahora resulta que Doña Margara Zavala está intentando convocar desde su frente a nuestra marcha, cuando el PAN, el anterior partido de su esposo, el ex-presidente Felipe Calderón, en sus principios coarta las libertades de la mujer, como la prohibición del aborto, o sea, los derechos sexuales y reproductivos de la mujer, eso sin contar que en su mandato los feminicidios aumentaron más de un 100% en el país, ¡qué hipocresía!

Más favor “nos hacen” y “se hacen” ellos no interviniendo en lo que es una lucha genuina: el deseo a la vida en total libertad, que es algo contra lo que ellos y sus principios van, pues no pueden pretender prometernos libertad para trabajar y al mismo tiempo limitarla prohibiéndonos decidir por nuestros propios derechos reproductivos.
Como siempre, más favor hacen los políticos alejándose de las iniciativas colectivas y populares (recuerdan el terremoto del 2017, el pueblo haciendo acopio de víveres, ropa y medicamentos, y los partidos interceptando y secuestrando la ayuda para entregarlas ellos a sus votantes y con su sello?), los mismos ahora pretenden apropiarse de nuestra lucha etiquetándola con su deshonroso logo; nada más saber que Doña Zavala irá se me quitan hasta las ganas de asistir.

Bien sabido es el problema con el que cargamos nosotras, que es la división entre las mismas mujeres, pues estén de acuerdo o no en los métodos a manifestarse, todas sufrimos lo mismo, la violencia, y seremos más fuertes si dejamos las facciones y nos unimos en éste día.
Y por favor que alguien por favor le diga a Margara Zavala que también iremos las abortistas.
Publicación «matrocinada» por:
[avatar user=»Frida» size=»thumbnail» align=»right»]Frida Cano. Lectora, animalista y escribo por placer. [/avatar]
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